Jereyssa reclama un impuesto a una jerezana de un negocio traspasado
La mujer no cuenta con la carnicería que montó desde noviembre de 2006
La sorpresa de Adela Navarro, una vecina de Nueva Jarilla, fue mayúscula cuando se dio cuenta de que Jereyssa, la empresa recaudataria municipal, pretendía cobrarle un impuesto por algo que ya no es suyo. Un negocio que abrió con su hija con toda la ilusión del mundo y que ha visto como casi dos años después de traspasarse le sigue provocando quebraderos de cabeza. La sorpresa de esta jerezana sólo se equipara con la indignación que siente por lo sucedido "no es por el dinero, porque lo tengo que pagar es poco, pero seguro que hay más gente a la que le ha pasado lo mismo que a mí. Es porque todo es de buenas a primeras y sin saber nada de esto", comenta la mujer.
El impuesto que le han dicho que tiene que pagar es el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) más los intereses de demora desde hace dos años y medio, ya que hizo obras en el local en el que abrió su negocio en el año 2005 para abrir finalmente a principios de 2006.
Navarro conocía el negocio de la carnicería, pues había trabajado en una en Nueva Jarilla durante bastante tiempo y creía que con esa experiencia propia le sería más fácil sacarlo adelante y mantenerlo a flote. Por esta razón, y porque su hija no había encontrado un trabajo en la pedanía o en Jerez, decidió embarcarse con ella en una aventura empresarial que apenas duró unos meses y que ahora le han vuelto a recordar. Abrió una carnicería en la zona de Jardines de la Universidad, donde pese a su esfuerzo y a ser una zona en expansión con mucho potencial, el local no tuvo mucho éxito. Finalmente no les quedó otra que traspasar el negocio, algo que hicieron en noviembre de ese mismo año, una decisión que hicieron llegar también a Jereyssa, como dice Navarro, algo que atestigua con un documento.
La cantidad que le reclaman apenas suponen sesenta euros "algo que ya sé que no es dinero, pero que además me reclamen intereses de dos años por demora, eso es más fuerte", apunta esta jerezana. Para más inri, está el hecho de que el local ya no es suyo y que, ahora mismo, tanto su hija como ella se encuentran en paro. Así que su aventura empresarial sigue estando viva pero no por decisión propia. Las dos continúan echando currículos para conseguir un empleo, "pero no nos sale nada". Según Navarro, en Jereyssa se han lavado las manos cuando ha ido a pedir explicaciones, "no sé por qué me tienen que pedir unos intereses de dos años y medio de demora. No lo entiendo, la verdad. Sé que esto no va a servir de nada, pero no es justo".
diariodejerez.es
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